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jueves, 27 de junio de 2013

Asturias patria querida...

Ayer volví de viaje desde Asturias, para ser más concreta, volví de pasar unos días en Gijón.
Y tengo que decir que mi visita fué de 10.
He viajado en cuatro ocasiones al norte de España, dos veces a Galicia y otras dos a Euskadi.
Aunque yo prefiero el calor, debo reconocer que me gusta visitar el norte porque la temperatura no es tan alta como en el centro y pasas unos dias frescos y agradables.
En general el norte es muy bonito, pero de todas mis visitas sin duda lo que más me ha gustado ha sido
Asturias.
Y ahora os comento el porqué.
Gijón es una ciudad, a la que no le falta de nada y que es poco más grande que Talavera.
Tiene turismo, pero no es tan ruidosa como Madrid y Barcelona.
Tengo que destacar algunas cosas que para mí hicieron de este viaje algo agradable.
El acuario se encuentra situado en la playa de poniente y es algo sencillamente precioso porque no solo hay peces,si no que tiene un decorado de lo más logrado y exquisito.Por no hablar de las nutrias.
Son unos animales preciosos, de verdad.
La playa de poniente es una de las más limpias que yo he visto en mi vida, y algo precioso fué la hoguera de San Juan a la luz de la luna en la playa con los fuegos artificiales.
El centro Talasoponiente también se encuentra en la misma playa, y me gustó mucho ya que es un centro spa con circuitos termales y piscinas de chorros con cuellos de cisne que tambien tiene piscinas de ocio y gym, 3 horas que puedes disfrutar de todo eso por el modico precio de 22.50€.
Por no hablar de que son piscinas saladas, con agua que entra directamente del mar.
Por ponerle un pero a esto, habia bastante gente.
La gastronomia, excesiva.
No me malinterpreteis, es algo bueno.
Muy barato, por 10€ tenias un menu del dia con tres platos, pan, postre y bebida.
Y yo que soy de buen comer me sentí mal por ver comida en el plato y ya no me la quería comer.
Esto último me ocurrió en un lugar llamado Tierra Astur.
Es una sidrería de las de siempre, donde te escancian la sidra desde lo más alto que le permite el brazo al camarero.
Pero como te lo tienes que beber enseguida al final terminas con una borrachera bonita.
Por último el Hotel 44 donde nos hospedamos, limpio, gente agradable y por poner un pero, quizá se escuchaba un poquito la huesped de arriba a media noche con sus tacones.
Tambien he de deciros que dimos una vuelta por el Molinón ya que tocaba The boss Bruce Springsteen y el ambiente a la una del medio dia ya era bueno, con gente que llevaba esperando cinco dias en la cola.
Lo peor del viaje, el puerto de pajares...
Soy muy mala para las alturas...




Silvia